martes, 21 de noviembre de 2017

Estimada Indra,

Parece que te vas a reunir con una serie de compañeros para recabar la opinión que tienen sobre ti. Durante estos años te la he intentado hacer llegar de múltiples formas: Evaluaciones, reuniones con mis responsables y miembros del comité… Tengo la sensación de que no se me ha escuchado, a veces porque dices que es malo para el negocio, a veces se pierde en la espiral de responsabilidades factoría/recursos humanos/parque científico. Voy a intentarlo una vez más, por mí que no quede.

No quiero que pienses que lo veo todo negro. Me gusta tu compromiso con el empleo estable, aunque cuando haces un ERE me pregunto si me tocará a mí. Me gusta que escuches mis preferencias de tecnología o proyecto. Aprecio tener una lanzadera gratuita, aunque me gustaría que tuviera más paradas. Valoro tener jornada intensiva durante más de dos meses, aunque eso implique tener una de las jornadas más largas que conozco el resto del año, y aun así a veces parece que te faltan horas.

He visto cómo llegaban compañeros con igual o menor experiencia que cobraban más por el hecho de venir de fuera. Tengo la sensación de que las subidas salariales han sido en ocasiones circunstanciales o arbitrarias, de forma que se ha acumulado una desigualdad que no ha sido revisada. Se me han absorbido trienios. Cuando se me ha compensado se ha hecho por medio de bonos, que o bien iban sujetos a unas cláusulas específicas, o bien han tardado hasta tres años en ser consolidados. Claro que también podría pensar que soy afortunado, otros están peor, con sueldos congelados desde hace años.

Han pasado diez años hasta que se ha llevado a cabo un reconocimiento generalizado de categorías profesionales, y cuando por fin se ha hecho, tengo la sensación que ha sido en base a lo que estaba cobrando, y no a las funciones que estaba desempeñando.

He oído que se va a habilitar una sala de esparcimiento, esa que llevo años pidiéndote para no saturar el comedor y poder cumplir mi hora de descanso sin tener que estar en la calle en invierno. Me pregunto por la equipación que tendrá dicha sala cuando durante años no he sido capaz de que me concedieras ni una fuente de agua, y cuando se me concede, ésta no deja de ser un grifo.

He oído que las jornadas van a ser más flexibles, que se va a realizar teletrabajo, que se va a imponer la jornada reducida. Pero nuestros clientes nos piden disponibilidades 24x7, trabajar festivos, viernes tarde, fines de semana, en ocasiones hasta las noches. Me pregunto si se va a pagar para el  teletrabajo la conexión a internet. Si un técnico de seguridad va a inspeccionar los hogares como exige la ley. Si voy a tener que seguir haciendo turnos para festivos y días inhábiles.

Lo mínimo que le pido a una empresa es que garantice que mi seguridad y salud no están en riesgo, pero no te preocupaste por contar con la iluminación adecuada. Tampoco se solucionan los problemas de climatización, tan solo se deja pasar el tiempo. Las puertas no abren en la dirección correcta, y a nadie parecía importarle, cuando hay un accidente vienen los lamentos.

Una formación de calidad es algo con lo que directamente ya no cuento. Mientras unos compañeros acumulan hasta 400 horas muchos ni si quiera llegan a diez. No hay un calendario claro por lo que las cancelaciones son frecuentes. La formación no se ve como un derecho, tan solo como un recurso para evitar la ruptura.

Los becarios que llegan me cuentan que en las empresas de al lado cobran más, tienen bonos restaurantes, e incluso seguro médico privado. La semana pasada me llegó un email en el que me ofrecías comprar de mi sueldo dichos beneficios. Cuando te he pedido comida a un precio módico como dice la ley, sólo me has dejado la vía judicial como alternativa. En resumen, no sólo los sueldos de la factoría están por debajo de mercado, además tenemos menos beneficios sociales.

Ahora más que nunca sería un buen momento para tener iniciativa y determinación, para trabajar unidos en estas propuestas, por garantizar una calidad de vida y de trabajo dignos, pero también para garantizar el éxito estratégico de la empresa, porque uno no se entiende sin lo otro.

Atentamente, un empleado cualquiera.

2 comentarios:

  1. bravo, poco más que añadir, que alguien se lleve este texto a la reunión...

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  2. Se sabe de siempre la enfermedad, pero hasta que no ha salido el remedio, no se han movido, y no creo que cambien mucho las cosas, ojala me equivoque

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